8 Pregunta a tus criados y ellos te lo dirán. Que estos muchachos
encuentren, pues gracia a tus ojos, ya que hemos venido en un día de fiesta,
y dales lo que tengas a mano para tus siervos y tu hijo David.”»
9 Llegaron los muchachos de David, dijeron a Nabal todas estas
palabras en nombre de David y se quedaron esperando.
10 Pero Nabal respondió a los servidores de David: «¿Quién es David
y quién es el hijo de Jesé? Abundan hoy en día los siervos que andan huídos
de sus señores.